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Novena a la Inmaculada Concepción I segundo día I Amén Comunicaciones

Novena a la Inmaculada Concepción

Iniciamos

Por la señal de la Santa Cruz,
De nuestros enemigos,
Líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre
Y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Acto de contrición

Señor, mi Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo más que todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y ayudado de vuestra gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración inicial

Virgen Santa e Inmaculada, tú que eres el orgullo de nuestro pueblo y el amparo maternal de nuestra vida, nos acogemos a ti con toda confianza y amor.

Eres toda belleza, María. En Ti no hay mancha de pecado.
Renueva en nosotros el deseo de ser santos: que en nuestras palabras resplandezca la verdad, que nuestras obras sean un canto a la caridad, que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad, que en nuestra vida se refleje el esplendor del Evangelio.

Eres toda belleza, María.
En Ti se hizo carne la Palabra de Dios.

Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor: que no seamos sordos al grito de los pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos, que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes, que amemos y respetemos siempre la vida humana.

Eres toda belleza, María.
En Ti vemos la alegría completa de la vida dichosa con Dios.

Haz que nunca perdamos el rumbo en este mundo: que la luz de la fe ilumine nuestra vida, que la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos, que el ardor entusiasta del amor inflame nuestro corazón, que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera alegría.

Eres toda belleza, María.
Escucha nuestra oración, atiende a nuestra súplica:
que el amor misericordioso de Dios en Jesús nos seduzca, que la belleza divina nos salve, a nosotros, a nuestra familia y al mundo entero.
Amén. (Papa Francisco)

Consagración a María Inmaculada

Oh Corazón Inmaculado de mi Madre María, a vos mi amada Madre, os consagro mi cuerpo, mi alma y mi espíritu; os consagro mi familia, mis bienes materiales y espirituales y todo cuanto Dios ha puesto a nuestro cuidado.

Madre mía, toma posesión de nosotros y nuestras familias, que tu Inmaculado Corazón, nos cubra y proteja de todo mal; que tu Inmaculado Corazón, proteja nuestros hogares de todo desastre y calamidad; y en estos tiempos de purificación guíanos por el camino del bien, para que junto contigo podamos alcanzar la gracia
y la misericordia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Segundo día

La Inmaculada Concepción de María viene solo de Cristo

Un título que reconoce a María como única en la creación.

Esta «resplandeciente santidad del todo singular»de la que María fue «enriquecida desde el primer instante de su concepción». le viene toda entera de Cristo:
ella es «redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo»
El Padre la ha «bendecido con toda clase de bendiciones espirituales,
en los cielos, en Cristo» más que a ninguna otra persona creada.

Él la ha «elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor»
Catecismo de la Iglesia Católica No. 492

Oración para pedir la conversión

Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:

Así como preservaste a María libre de pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das la gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo,
te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no caer nunca en el pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión sacramental.
Amén

Gozos

Santa Iglesia Universal repetid con alegría:
Sois concebida María, sin pecado original.

Arboles de la montaña
Que alzáis las copas al Cielo. Nieves, escarchas y hielo y bramador vendaval;
bendecid a vuestra Reina y repetid a porfía:
Sois concebida María, sin pecado original.

Lindas flores de los valles y flores de los jardines, violetas, rosas, jazmines de blancura sin igual; exhalad blandos aromas y repetid cada día:
Sois concebida María, sin pecado original.

Estrellas del firmamento, blanca luna, sol ardiente, agua clara del torrente
tan limpia como el cristal; bendecid a Dios del Cielo y repetid a porfía:
Sois concebida María, sin pecado original.

Apacible primavera crudo invierno ardiente estío, fuego, granizo y rocío y asolador temporal; ensalzad a nuestra Madre y decid con alegría:
Sois concebida María, sin pecado original.

Pobres ancianos, enfermos; y jóvenes valerosos, niños que dormís gozosos
Sobre el seno maternal; alzad los ojos al cielo y repetid cada día:
Sois concebida María, sin pecado original.

Pueblos todos de la tierra señores de las naciones valerosos campeones de este valle terrenal; doblad con amor la frente y repetid a porfía:
Sois concebida María, sin pecado original.

Sacerdotes del Eterno, pontífices, confesores, y santos habitadores de la ciudad eternal; repetid mil y mil veces llenos de santa alegría:
Sois concebida María, sin pecado original.

Espíritus soberanos que cercáis nuestros altares, ofreced nuestros cantares al rey del Cielo inmortal; y ensalzad a vuestra Reina repitiendo cada día:
Sois concebida María, sin pecado original.

Oración de súplica a María

Oh María, siempre bendita Virgen, Madre de Dios, Reina de los ángeles y de los santos, te saludo con la más profunda veneración y devoción filial mientras contemplo tu santa Inmaculada Concepción.

Te agradezco tu protección materna y las muchas bendiciones que he recibido
a través de tu maravillosa misericordia y la más poderosa intercesión.

En todas mis necesidades, he recurrido a ti con la completa confianza de un hijo muy amado.

Oh Madre de la Misericordia, te suplico que escuches mi oración y que obtengas para mí de tu Divino Hijo el favor que tan sinceramente te encomiendo en esta novena…

(Se hace un momento de silencio para pedir la gracia)

¡Oh María, concebida sin pecado
Rogad por nosotros, que recurrimos a Vos!
Amén

PADRENUESTRO…

AVE MARIA…

GLORIA…

Oración final

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.

A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón.

¡Mírame con compasión! ¡No me dejes, madre mía!
Amén

También puedes escuchar la novena haciendo clic aquí