Los Siete Santos “Siervos de María”
Llamados los Servitas
«Su gran amor a la Virgen, los llevó a expandir la devoción a la Madre de Dios»
En el siglo 13, un grupo de siete jóvenes provenientes de Florencia- Italia, todos de buen prestigio, comerciantes y ricos, son llamados por la Virgen para cumplir una misión.
El día 15 de agosto de 1233 (fiesta de la Asunción de María) la Virgen se les aparece y les pide que renuncien al mundo y se dediquen exclusivamente a Dios. Fue entonces cuando Alejo, Amadeo, Hugo, Benito, Bartolomé, Gerardino y Juan reparten todo su dinero a los pobres y se retiran al Monte Senario, cerca de Florencia, a orar y a hacer penitencia.
Allí construyen una Iglesia y una ermita, y llevan una vida austera. Un día son visitados por uno de los cardenales delegados del Papa, y Él les dice: “No se debiliten demasiado con penitencias excesivas, les invito a que se dediquen a estudiar, para ser ordenados sacerdotes y así puedan predicar y propagar el evangelio”.
Así efectivamente lo hicieron seis de estos jóvenes, pero Alejo quiso consagrarse como hermano, de una manera más humilde.
Estos siete santos fueron los fundadores de la orden Religiosa de los Siervos de María. Su amor a la Virgen los impulso para llevar esta devoción a miles de personas.
Desde 1240, fueron conocidos como los Servitas y rápidamente extendieron su labor apostólica por toda Florencia, llegando a fundar varios conventos e iglesias. Para vivir en comunidad, la orden religiosa tomó como reglas, las normas de san Agustín que están llenas de bondad, compresión y mansedumbre.
El último en morir fue el hermano Alejo, quien falleció a los 110 de edad, el 17 de febrero de 1310.
Por eso se conmemora la memoria de los siete Santos el 17 de Febrero. Los Siervos de María fueron reconocidos por la Santa Sede en el año 1304.
Enseñanzas para la vida
-El amor a María
– Trabajo en equipo y amistad
También nos enseñan que el trabajo en equipo es posible cuando hay intereses comunes y no personales.
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