Santos Fabián y Sebastián
Mártires
«Siempre fieles a la FE y a Cristo»
San Fabián
Nació en Roma, en el año 200. Fue Papa durante 14 años.
Fue elegido durante las persecuciones contra los cristianos, estaban reunidos los obispos y el pueblo para elegir al sucesor del Papa Antero y una paloma se posó sobre Fabián, hecho que motivó al pueblo a elegirlo como un llamado de Dios, ese mismo día fue ordenado sacerdote y consagrado obispo.
Antes de llegar a la cátedra de San Pedro, era casi un desconocido, pero después fue muy apreciado, especialmente por sus innovaciones administrativas y sus intervenciones doctrinales.
Debido al crecimiento de Roma dividió la ciudad en siete distritos poniendo a cargo de cada uno de ellos a un diacono para su gobierno y administración. Consagró a varios obispos, entre ellos a San Dionisio de París al que envió a misionar a las Galias.
Ordenó que todos los años el santo crisma fuera quemado y renovado el Jueves Santo.
San Cipriano dijo de él: Fue un hombre muy santo y la gloria de su martirio correspondió a la gran pureza de su vida.
Murió mártir el 20 de enero del año 250, en Roma. Fue enterrado en la catacumba de San Calixto.
San Sebastián
Su nombre significa digno de respeto, venerable.
Nació en el año 256 en Narbona, Francia. Fue enviado a Roma para educarse y hacerse soldado. Se caracterizó por la prudencia, la dulzura, un genio apacible y la generosidad. Con una inquebrantable fidelidad por Cristo.
Ingresó a la vida militar para poder ayudar a los cristianos que estaban prisioneros. Fue capitán de la Guardia del Palacio Imperial y aprovechaba su cargo para ayudar a los cristianos perseguidos.
Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios paganos porque los consideraba idolatría.
Animaba y socorría con limosnas a los confesores de Cristo, mientras estaban encarcelados.
Dedicó gran parte de su vida a la obra misionera y convirtió a soldados, a prisioneros y al gobernador de Roma, Cromacio, y a su hijo, Tiburcio, quienes sufrieron el martirio poco tiempo después.
Fue denunciado por un hombre ante el emperador y éste lo puso a elegir entre ser soldado del Imperio Romano o ser cristiano, él eligió permanecer fiel a cristo.
Ante este hecho fue condenado a muerte, Sebastián fue atado a un árbol en el campo y los soldados le llenaron el cuerpo con flechas, acto al que sobrevivió posteriormente al ser descubierto al ser azotado hasta la muerte.
San Sebastián es invocado contra la peste y los enemigos de la religión.
Aprendizaje de la vida
San Fabián al igual que san Sebastián ante la crueldad y dureza vivida en su época a causa de las persecuciones por el hecho de ser de cristianos, que permanecieron siempre firmes en la fe y fieles a Cristo, nos invitan a no desanimarnos frente a las dificultades, la incomprensión, el desacuerdo, la oposición aún de los más cercanos en el ejercicio del apostolado y en la evangelización.
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