Inicio / Crece en la fe / Santa Margarita de Hungría I Santo del día I Amén Comunicaciones
Generic filters

Filtro

Santa Margarita de Hungría I Santo del día I Amén Comunicaciones

Santa Margarita de Hungría

Virgen- religiosa dominica

«Prefiero la muerte que traicionar la palabra dada a mi Señor»

Nació en el año 1242 en Croacia. Hija de Bela IV, Rey de Hungría y María Láscaris.
Antes de nacer sus padres ofrecieron a Dios su primera hija, para la liberación y la obtención de la paz de Hungría por las invasiones de los tártaros.

A la edad de cuatro años fue llevada al convento de las monjas dominicas de Veszprém en Hungría. La niña a medida que crecía, adquiría los hábitos de la contemplación. A los doce años profesó sus votos ante Fray Humberto de Romanis, Superior de la Orden de los Dominicos y fue trasladada a un nuevo monasterio edificado por su padre en una isla del Danubio, acompaña por otras 20 religiosas.

Aun siendo religiosa, la pretendieron el Duque de Polonia y los reyes de Bohemia y de Sicilia, prometiendo un pacto de paz y de alianza mediante el matrimonio, a lo que ella se negó rotundamente diciendo: “prefiero la muerte a traicionar la palabra dada a mi Señor”.

Su vida de piedad se manifestó a través de la devoción al Espíritu Santo, a Jesús Crucificado, a la Sagrada Eucaristía y a María Santísima. Se dedicó con fervor heroico a recorrer el camino de la perfección. El silencio, la soledad, la oración y la penitencia de la vida conventual, se armonizó con un celo ardoroso por la paz y con un gran valor para denunciar las injusticias.

Amar a Dios, no despreciar ni juzgar a nadie. Estas fueron razones que se fijaron en el corazón de la santa princesa. Salió de esta doctrina tan gran maestra, que cuanto trataba y pensaba era amar a Dios y estimar a los otros.
Era cordial con sus compañeras, a las que servía con gozo en los más humildes servicios.
Margarita optó por vivir en la pobreza y por esa razón usaba ropa y zapatos viejos y cualquier detalle lujoso lo vendía para ayudar a los pobres.

Murió en la isla de los conejos, en el año 1270.
Se caracterizó por ser tranquila, paciente, con fundamentos en la justicia y la caridad en Cristo, no solo para su patria sino para todo el mundo, indicó el Papa Pio XII durante su canonización en 1943.

Aprendizaje para la vida

Santa Margarita ante las propuestas del mundo no se dejó convencer y mostró determinación y firmeza de carácter en la decisión que ya había tomado de consagrarse al Señor, es para nosotros ejemplo a seguir cuando en la vida se nos ofrecen otros planes y proyectos diferentes al compromiso cristiano de servir y anunciar el evangelio.

En el caminar y la búsqueda personal de nuestra espiritualidad, debemos tener pilares sólidos para permanecer fieles a la voluntad de Dios sobre nuestra vida, así como Santa Margarita que vivió su vida consagrada, apoyada en la oración, la Eucaristía Frecuente, el amor a Jesús Crucificado y a María Santísima.

Escucha el relato del santo del día