San Joaquín y Santa Ana
Padres de la Virgen María y abuelos de Jesús
«Personas de profunda fe y confianza en Dios»
Celebra hoy la Iglesia la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Santísima Virgen María y Abuelos de Jesús. Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en Ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.
El padre y la madre de María “Recibieron la Bendición del Señor y por ellos nos llega la salvación prometida a todos los pueblos al dar el ser de quien iba a nacer el Hijo único de Dios. El 26 de julio 2009. Benedicto XVI, resaltó -a través de las figuras de San Joaquín y Santa Ana-, la importancia del rol educativo de los abuelos, que en la familia “son depositarios y con frecuencia testimonio de los valores fundamentales de la vida”. En julio 26 de 2013 el Papa Francisco en Río de Janeiro (Brasil) por la Jornada Mundial de la Juventud, destacó que “los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe, y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios, lo dio al mundo, nos lo da a nosotros»
Joaquín y Ana no son mencionados en la Biblia, los Evangelios no hablan de ellos, solo aparecen sus nombres por primera vez en el Evangelio apócrifo de Santiago. Celebrar la Fiesta el 26 de julio se debe a la reforma Litúrgica emprendida por la Iglesia, después del Concilio Vaticano II.
San Joaquín:
El nombre significa “Aquél a quien Yhavé levantó”. Esposo de Santa Ana y Padre de María, la Madre de Jesús. Joaquín nació en Nazaret (Galilea), descendiente del Rey David. Hombre rico y piadoso, ayudaba a los pobres con donaciones y también a la
Sinagoga de Sétoris. El sumo sacerdote en una ocasión rechazó su ofrenda y sacrificio por no tener hijos. (Con 20 años de casado y aún no los tenía). No tener hijos para los judíos de la época era señal de desaprobación divina, falta de bendición y favor de Dios.
Joaquín se sintió humillado, se retiró al desierto, ayunó 40 días y 40 noches, imploró a Dios que le diera descendencia. A su vez Ana también pasó días en oración pidiendo a Dios la gracia de la Maternidad. Las oraciones fueron escuchadas y un Ángel se apareció a cada uno por separado para darles la noticia que estaban a punto de ser padres.
Joaquín, regresó a Jerusalén y abrazó a Ana en una puerta de la ciudad. Según la tradición San Joaquín murió en Jerusalén, poco después de la presentación de la Virgen María en el Templo. Su culto se remonta desde tiempo atrás a los griegos y luego se
Expandió. Patrono de los Abuelos, hombres casados y de numerosas provincias y ciudades en España, Hispanoamérica.
Santa Ana;
El nombre significa “Gracia”, del hebreo Hannah. Su Santidad es grande y Dios la preparó con magníficos dones y gracias. Nació en Belén (Judea). Esposa de San Joaquín y Madre de María. Grande es la dignidad de Santa Ana por ser la Madre de la Virgen
María, predestinada desde toda la eternidad para ser Madre de Dios. Su hijo Jesús hecho hombre fue el Nieto de Santa Ana. Ella tuvo celo por hacer obras buenas, la práctica de las virtudes, y un profundo Amor a Dios. Aceptó su santa Voluntad en todos los sufrimientos, como su esterilidad por veinte años. Según la tradición, luego que su esposo partió al desierto, Santa
Ana se entristeció, oraba por él, ayunaba y Pedía con fervor a Dios la gracia de tener un hijo, ya que recibía burlas por ser estéril. En respuesta a sus plegarias, un ángel se le apareció y le dijo: “Ana, el Señor ha escuchado tu oración: concebirás y darás a luz una hija Santísima. Ante su presencia todos se arrodillarán y bendecirán porque ella, traerá la Salvación al mundo; su nombre será María” Cuando nació fue criada con el cuidado amoroso de su padre y su madre. A los 3 años de nacida, la niña fue presentada al templo por sus padres para dar gracias a Dios y consagrarla al servicio del mismo, según la promesa hecha en sus oraciones. Santa Ana, esposa y madre fue fiel cumplidora de sus deberes para con su esposo y su hija María.
Santa Ana murió a los 80 años. Las reliquias permanecieron un tiempo en Tierra Santa y luego fueron trasladadas a Francia a la capilla Apt. (Provenza) Es Patrona de las abuelas y amas de casa.
Enseñanza para la vida:
La fe y oración confiada en Dios, el respeto, la comprensión y el amor a toda prueba son virtudes que se deben fortalecer en las familias, llamadas a ser templos de Dios.
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