San Etelberto
Rey de Kent
«Convertido y decidido apoyo a la fe católica»
Nació en Canterbury – Inglaterra. Era un hombre pagano que adoraba a los dioses. Sirvió a la corte de Inglaterra.
Se enamoró de Berta, la hija del Rey Chariberto de Paris. Fue atraído por las virtudes de esta joven humilde y sencilla y se casó con ella. Berta era cristiana, profesaba su Fe y su esposo le dio la plena libertad de practicar sus creencias. Gracias a esta valerosa mujer, Inglaterra aceptó el cristianismo como religión.
Etelberto llego a ser el Rey de Kent (sudeste de la Inglaterra medieval) en el año 580. Su conversión a la Fe Cristiana se dio cuando El Papa Gregorio Magno envió a su Reino a San Agustin y sus misioneros a predicar. En ese encuentro él los recibió y les dio el permiso para profesar la fe en toda la región y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias.
Desde ese momento las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el Rey y la corte fueron bautizados en la fiesta de Pentecostés del año 597.
Etelberto, Rey de Kent, fue el primero de los príncipes anglos convertidos a la fe en Cristo por el obispo san Agustín. Este Rey Abrazó la fe con tanta fuerza y convicción que les dio a los misioneros, las Iglesias para que las reconstruyeran, al igual que terrenos para construirlas.
Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbditos. Su apoyo a la fe católica permitió que se construyesen muchos templos, monasterios y algunas diócesis como la de Rochester. En el año 616, después de 56 años de reinado, falleció en su palacio y fue sepultado junto a los restos de su esposa Santa Berta y San Liudardo, su capellán. En la Iglesia de San Pedro y San Pablo.
Enseñanzas para la vida.
La conversión del ser humano se puede dar en cualquier momento de la vida, aun siendo pecadores y descreídos.
Dios nos muestra señales y nos llama permanentemente al cambio.
San Etelberto fue invitado a los caminos del Señor en dos oportunidades, primero con el ejemplo de vida de su esposa y posteriormente con la visita San Agustín a su Reino, siendo este último, el signo que lo transformo y lo llevó a ser bautizado.
La invitación es a que miremos detenidamente las gracias y bendiciones que Dios nos brinda cada día.
Hoy la vida de Pareja, familiar, laboral puede ser mejor, si ponemos todo el empeño para que así sea.
Escucha el relato del santo del día
