Inicio / Crece en la fe / San Antonio Abad I I Santo del día I Amén Comunicaciones
Generic filters

Filtro

San Antonio Abad I I Santo del día I Amén Comunicaciones

San Antonio Abad

Monje del desierto

«Testigo radical del Evangelio y modelo de la Confianza en Dios»

Su nombre significa floreciente. Nació en Queman – Egipto, al sur de Menfis hacia el año 250. Hijo de acaudalados campesinos.

Su vida estuvo marcada por la soledad, el ayuno y el trabajo, quedó huérfano a los 18 años, donó todo a los pobres y se retiró al desierto donde abrazó una vida de penitencia y profunda oración, como camino de purificación y santidad.

Se sintió conmovido por las palabras de Jesús, al escuchar en una eucaristía el texto evangélico que dice: «Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres…».

Testigo radical del evangelio, modelo de la confianza en Dios y de la espiritualidad ascética, desnuda como el desierto, fiel a la esencia de la revelación evangélica.  No se le conoció por sus escritos sino por su piedad hacia el Padre Dios.

Su experiencia de asceta del desierto dio origen a los primeros grupos de monjes guiados por un maestro espiritual. Por su fama, muchos acudían a él para buscar consejo, pedir milagros e imitar la vida que llevaba.

En búsqueda de mayor perfección espiritual se retiró a una soledad más estricta y logró conciliar el ideal de vida solitaria con la dirección de un monasterio.

Trabajó a favor de la iglesia y viajó a Alejandría para apoyar la fe católica ante la herejía arriana.

Recomendaba a sus discípulos que para vencer al demonio y sus tentaciones era suficiente la señal de la cruz, la fe, la oración y el ayuno.

Murió hacia el año 356, en el monte Colzim, próximo al mar Rojo.

Aprendizaje para la vida

Frente a las tribulaciones, dificultades y tentaciones que el demonio presentaba a San Antonio, él se mostraba siempre alegre debido a la total confianza que depositaba en Dios. También nosotros debemos colocar nuestra vida y confianza solo en nuestro Padre Dios que es todo amor y misericordia y jamás nos abandona.

En la soledad acompañada por la oración, el desprendimiento, la penitencia, San Antonio encontró paz y tranquilidad y experimentó la presencia real de Dios en su vida y la razón de ser de su proyecto de realización personal desde la vivencia del evangelio.

Escucha el relato del santo del día