Novena Nuestra Señora de Fátima
Iniciamos
En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo
Ofrecimiento para todos los días:
Dios mío, yo creo, Yo Adoro, Yo espero y Yo te amo.
Te pido perdón por los que no creen, No adoran, no esperan y no te aman.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
Acto de consagración a la Virgen de Fátima (Papa Francisco):
Bienaventurada María Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal, unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman Bienaventurada.
Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida por el mal y herida por el pecado, para curarla y salvarla.
Acoge con Benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza, ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.
Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.
Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.
Custodia nuestra vida entre tus brazos:
Bendice y refuerza todo deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostiene e ilumina la esperanza;
Suscita y anima la caridad; guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.
Enséñanos tú mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón:
Congrega a todos bajo tu protección y entrégalos a todos a tu adorado Hijo, Jesús, nuestro Señor.
Amén.
Oración Diaria:
Oh santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz.
Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor.
Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas.
Así sea.
Hacemos un momento de silencio para pedir la gracia
• Padre Nuestro
• Dios te Salve
• Santa María
Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo
Amen
Primer día
Mensaje de Fátima:
¡Hagan sacrificios por los pecadores y digan muchas veces, y especialmente cuando hagan un sacrificio:
«Oh, Jesús, es por tu amor, ¡por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!»”
(13 de Julio de 1917)
Reflexión:
El llamado de hoy en este primer día de la novena es a la conversión y a la penitencia, necesitamos cambiar y empezar de nuevo dejar el Pecado y convertirnos a Cristo vivir con más paz y amor.
Nuestra Señora de Fátima nos invita a transformar nuestra vida y acercarnos a Jesús.
Oración de Penitencia y reparación
¡Oh Santísima Virgen María, Madre de los pobres pecadores! que apareciendo en Fátima dejaste transparentar en tu rostro celestial una leve sombra de tristeza, para indicar el dolor que te causan
los pecados de los hombres, y que con maternal compasión exhortaste a no afligir más a tu Hijo con la culpa y a reparar los pecados con la mortificación y la penitencia.
Danos la gracia de un sincero dolor de los pecados cometidos y la resolución generosa de reparar con obras de penitencia y mortificación todas las ofensas que se infieren a tu Divino Hijo y a tu corazón Inmaculado.
Amén
Oración final
¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna!
Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, Imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.