Inicio / Crece en la fe / Novena Nuestra Señora de los Dolores segundo día I Amén Comunicaciones
Generic filters

Filtro

Novena Nuestra Señora de los Dolores segundo día I Amén Comunicaciones

¡Novena bíblica a nuestra Señora de los Dolores!
(incluye los 7 dolores de la virgen María)

novena a la virgen de los dolores - segundo dia

 

Iniciamos:

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.

Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses, hizo grande a
su Madre, preservándola de toda mancha de pecado.
R/. Venid, alabemos a María, la Virgen Dolorosa, que permaneció fiel junto a la
cruz de su Hijo.

Día segundo

Primer Dolor:
La profecía del anciano Simeón (Lc 2,33-35)
“Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:
«Este niño ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten;
Y será como un signo de contradicción
Y a ti misma una espada te traspasará el alma,
Para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones»”.

Cuando Simeón se alejó, María y José emprendieron su camino de regreso a Belén.
Las palabras del profeta continuaban resonando en la intimidad de sus corazones,
y entendieron con toda claridad, que Dios mismo había hablado por boca del anciano.
En el secreto de su alma, María repasaba todo lo que había oído decir sobre Jesús,
primero al ángel Gabriel, luego a Isabel su parienta, después a José que le había contado su sueño con el ángel; hacía apenas unos pocos días, a los pastores de Belén, y ahora a Simeón, el anciano.
El Misterio de Dios, presente en Jesús, llenaba su existencia; la fe y la esperanza eran su fuerza; la alegría de tener a su hijo, y de compartir con Dios su secreto maravilloso, iluminaba su vida sencilla y pobre.
El dolor que vendría y que ya sentía caminar a su lado, no podría, de ninguna manera, sumirla en la tristeza, porque sabía que el amor de Dios es siempre más grande y más fuerte que todo dolor y todo sufrimiento.
Entonces, alegre y gozosa, María renovó una vez más su entrega, repitiendo en su corazón, su “SI” incondicional a Dios, aquella bella mañana de la anunciación: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).

Plegaria a la Virgen de los Dolores

Virgen sagrada, María, Madre de nuestros dolores, nosotros, los pecadores,
somos causa de tu herida; pues, quitamos la vida, al Hijo de tus amores.

Y, tú, Madre dolorida, Que tanto sufres por mí, Clávame tus siete espadas,
y que sufra yo por ti.

Madre sagrada, María, Ayer Reina de las flores, hoy Madre de los dolores,
Traspasada y afligida.

Trono de sabiduría, enséñanos la virtud, para estar junto a la cruz
y sanar mi triste herida.

Sentir mi alma dolorida y el perdón de tu Jesús; Virgen sagrada, María, Tú, maestra de dolores.

Playa de los pecadores, nido en que el alma reposa; a Ti ofrezco, pulcra rosa,
las jornadas de mi vida;

A Ti, Madre, en quién quería cumplir mi humilde promesa, a Ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María. Amén.

Un momento de silencio para hacer la petición…

Dios te salve, María, llena eres de gracia;
El Señor es contigo.
Bendita Tú eres Entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
El Señor es contigo.
Bendita Tú eres
Entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
El Señor es contigo.
Bendita Tú eres
Entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén

Oración final

¡Oh Virgen de los Dolores!
Madre de amor y de consuelo,
Ayúdanos en la vida y condúcenos al cielo.
Tú qué sabes como nadie de penas y sufrimientos,
acógenos como Madre y danos fuerzas y aliento.
Te pedimos por los que sufren, en el alma y en el cuerpo,
y recordando tu imagen, te ofrecen sus sufrimientos.
¡Virgen de los dolores, Ruega por nosotros! Amen

 

También puedes escuchar la novena haciendo clic aquí