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Novena Virgen de Fátima tercer día I Amén Comunicaciones

Novena Nuestra Señora de Fátima

Novena Virgen de Fatima - tercer día

Iniciamos 

En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo

Ofrecimiento para todos los días:

Dios mío, yo creo, Yo Adoro, Yo espero y Yo te amo.
Te pido perdón por los que no creen, No adoran, no esperan y no te aman.

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido.

Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Acto de consagración a la Virgen de Fátima (Papa Francisco):
Bienaventurada María Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal, unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman Bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida por el mal y herida por el pecado, para curarla y salvarla.

Acoge con Benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza, ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Custodia nuestra vida entre tus brazos:

Bendice y refuerza todo deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostiene e ilumina la esperanza;
Suscita y anima la caridad; guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.

Enséñanos tú mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón:

Congrega a todos bajo tu protección y entrégalos a todos a tu adorado Hijo, Jesús, nuestro Señor.

Amén.

Oración Diaria:

Oh santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz.

Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor.

Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas.

Así sea.

Hacemos un momento de silencio para pedir la gracia

• Padre Nuestro
• Dios te Salve
• Santa María

Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo
Amen

Tercer día

Mensaje de Fátima:

«Oren, oren mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Son muchas almas que van al infierno
Porque no hay quien se sacrifique y ruegue por ellas»

Reflexión

La oración es tan poderosa que obra milagros. Sin oración no hay vida interior, no hay fe, no hay paz.

Oremos, oremos mucho por el mundo, por el dolor y sufrimiento que está padeciendo en estos momentos.

Oremos incansablemente y pidamos la misericordia y amor del bondadoso corazón de Jesús y María para toda la humanidad.

Amor a la oración

¡Oh Santísima Virgen María!, Vaso insigne de devoción, que te apareciste en Fátima
Teniendo en tus manos el santo Rosario, y que insistentemente repetías:
«Oren, oren mucho», para alejar por medio de la oración Los males que nos amenazan.

Concédenos el don y el espíritu de oración, la gracia de ser fieles en el cumplimiento del gran precepto de orar, haciéndolo todos los días, para así poder observar bien los santos mandamientos, vencer las tentaciones y llegar al conocimiento y amor de Jesucristo en esta vida y a la unión feliz con Él en la otra.

Amén.

Oración final

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna!

Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, Imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

También puedes escuchar la novena haciendo clic aquí