Inicio / Crece en la fe / Novena Virgen de Fátima quinto día I Amén Comunicaciones
Generic filters

Filtro

Novena Virgen de Fátima quinto día I Amén Comunicaciones

Novena Nuestra Señora de Fátima

Novena Virgen de Fatima - quinto día

Iniciamos 

En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo

Ofrecimiento para todos los días:

Dios mío, yo creo, Yo Adoro, Yo espero y Yo te amo.
Te pido perdón por los que no creen, No adoran, no esperan y no te aman.

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido.

Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Acto de consagración a la Virgen de Fátima (Papa Francisco):
Bienaventurada María Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal, unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman Bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida por el mal y herida por el pecado, para curarla y salvarla.

Acoge con Benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza, ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Custodia nuestra vida entre tus brazos:

Bendice y refuerza todo deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostiene e ilumina la esperanza;
Suscita y anima la caridad; guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.

Enséñanos tú mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón:

Congrega a todos bajo tu protección y entrégalos a todos a tu adorado Hijo, Jesús, nuestro Señor.

Amén.

Oración Diaria:

Oh santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz.

Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor.

Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas.

Así sea.

Hacemos un momento de silencio para pedir la gracia

• Padre Nuestro
• Dios te Salve
• Santa María

Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo
Amen

Quinto día

María, salud de los enfermos

«Quieren ofrecer a Dios el soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviarles como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores»

Reflexión: 

La enfermedad tiene una bendición implícita y es su sentido redentor y purificador.

Ofrezcamos hoy nuestro dolor y sufrimiento por la salvación de nuestra familia y de tantas personas del mundo que necesitan conocer a nuestro Señor.

Madre del cielo ayúdanos a tener fortaleza, paciencia y fe en este misterio de la enfermedad.

Oración por los enfermos:

¡Oh Santísima Virgen María!, Salud de los enfermos y consoladora de los afligidos
Que, movida por el ruego de los pastorcitos, curaste en tus apariciones en Fátima,
Y convertiste este lugar, santificado por tu presencia, en oficina de tus misericordias maternales en favor de todos los afligidos.

A tu Corazón maternal acudimos llenos de filial confianza, mostrando las enfermedades de nuestras almas las aflicciones y dolencias de nuestra vida. Echa sobre ellas una mirada de compasión y remédialas con la ternura de tus manos, para que así podamos servirte y amarte con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser.

Amén

Oración final

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna!

Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, Imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

También puedes escuchar la novena haciendo clic aquí