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Novena Virgen de Fátima octavo día I Amén Comunicaciones

Novena Nuestra Señora de Fátima

Novena Virgen de Fatima - octavo día

Iniciamos 

En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo

Ofrecimiento para todos los días:

Dios mío, yo creo, Yo Adoro, Yo espero y Yo te amo.
Te pido perdón por los que no creen, No adoran, no esperan y no te aman.

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido.

Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Acto de consagración a la Virgen de Fátima (Papa Francisco):
Bienaventurada María Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal, unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman Bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida por el mal y herida por el pecado, para curarla y salvarla.

Acoge con Benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza, ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Custodia nuestra vida entre tus brazos:

Bendice y refuerza todo deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostiene e ilumina la esperanza;
Suscita y anima la caridad; guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.

Enséñanos tú mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón:

Congrega a todos bajo tu protección y entrégalos a todos a tu adorado Hijo, Jesús, nuestro Señor.

Amén.

Oración Diaria:

Oh santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz.

Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos a las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor.

Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas.

Así sea.

Hacemos un momento de silencio para pedir la gracia

• Padre Nuestro
• Dios te Salve
• Santa María

Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo
Amen

Octavo día

Mensaje de Fátima
“Cuando recen el rosario, digan después de cada misterio: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
Especialmente las más necesitadas de tu misericordia”.

Reflexión:

La Virgen María en sus seis Apariciones en Fátima, pidió que se rezase el Rosario todos los días:
“Recen el Rosario todos los días”.

El Santo Rosario es la Oración del Pueblo de Dios, es la Síntesis de todo el Evangelio, es la Oración más querida por María.

Oración a María, Reina del Rosario

¡Oh Santísima Virgen María! que en tu última aparición te diste a conocer como la Reina del Santísimo Rosario, y en todas ellas recomendaste el rezo de esta devoción como el remedio más seguro y eficaz para todos los males y calamidades que nos afligen, tanto del alma como del cuerpo.

Infunde en nuestras almas una profunda estima de los misterios de nuestra Redención
Que se conmemoran en el rezo del Rosario, para así vivir siempre de sus frutos.

Concédenos la gracia de ser siempre fieles a la práctica de rezarlo diariamente para honrarte a Ti, acompañando tus gozos, dolores y glorias, y así merecer tu maternal protección y asistencia en todos los momentos de la vida, pero especialmente en la hora de la muerte.
Amén.

Oración final

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna!

Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, Imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

También puedes escuchar la novena haciendo clic aquí