Novena Madre Teresa de Calcuta
Iniciemos
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amén
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor:
Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy,
Y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén
Oración inicial
Santa Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz, se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste luz de su amor para todos.
Intercede ante Jesús y ayúdame a ser esperanza, consuelo y fe para tantos sufrientes.
Enséñame a servir sin medida y a vivir cada día con amor.
Ilumina mis oscuridades, imperfecciones y apatías que no me permiten ver el dolor de tantos.
Brilla en mí corazón, para que yo pueda ver y actuar como tú lo hiciste.
Guíame y pide por mí, ante nuestro Señor Jesucristo.
Hacemos un momento de silencio para pedir la gracia
Santa Teresa de Calcuta a ti llego confiado y con la certeza de que el camino de la santidad, parte de la caridad y el amor hacia mi prójimo y que puedo llegar a ser testimonio de vida para los demás.
Amén
PADRE NUESTRO
DIOS TE SALVE
SANTA MARÍA
Día sexto
Sobre la santidad:
Sean ustedes santos, como el Padre celestial es santo.
Mateo 5, 48
Reflexión:
“La santidad no es un lujo reservado para unos pocos; es un deber sencillo, para ti y para mí. Ser todo para Jesús a través de María. Se santo. ¡Que Dios te bendiga!».
Jesús es mi vida
La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.
La luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El sacrificio, para ser ofrecido.
La Paz, para que sea dada.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.
El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.
El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El más Pequeño, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.
El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.
El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo.
Gozos
“Madre Teresa, a lo largo de toda tu existencia, fuiste una generosa dispensadora de la misericordia divina
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, estuviste dispuesta a servir y acoger a todos sin exclusiones.
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, sembraste esperanza y consuelo en los abatidos
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, fuiste luz y sostén para los enfermos, los descartados y los sufrientes.
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, luchaste por un mundo mejor, de bondad para todos
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Oración final para la humildad y la coherencia de vida
Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olvidada, del temor de ser ofendida, del temor de ser ridiculizada, del temor de ser acusada.
Bien amado Señor, Gran Sanador, me arrodillo ante ti, pues todo don de perfección debe proceder de ti.
Borra de mi corazón el engaño y el espíritu mundano.
Dame unidad de objetivos, fuerza para aliviar una parte de la carga de sufrimiento que soportan mis semejantes, y una realización verdadera del privilegio que me corresponde.
Haz que con la sencilla fe de un niño pueda confiar en ti.
Yo te rezo para que otorgues destreza a mis manos, visión clara a mi mente, generosidad y humildad a mi corazón.
Ayúdame, Señor, a tomarme tiempo para pensar, tomarme tiempo para rezar tomarme tiempo para reír, tomarme tiempo para jugar, tomarme tiempo para amar y ser amado, tomarme tiempo para dar, tomarme tiempo para leer, tomarme tiempo para ser amable, tomarme tiempo para trabajar.
Guíame de la desesperación a la esperanza, del temor a la verdad.
Guíame de la muerte a la vida, de la falsedad a la verdad.
Guíame del odio al amor, de la guerra a la paz.
Haz que nuestros corazones se llenen de paz.
Nuestro mundo, nuestro universo necesita Paz, paz, paz. Amén.