Novena Madre Teresa de Calcuta
Iniciemos
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amén
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor:
Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy,
Y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén
Oración inicial
Santa Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz, se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste luz de su amor para todos.
Intercede ante Jesús y ayúdame a ser esperanza, consuelo y fe para tantos sufrientes.
Enséñame a servir sin medida y a vivir cada día con amor.
Ilumina mis oscuridades, imperfecciones y apatías que no me permiten ver el dolor de tantos.
Brilla en mí corazón, para que yo pueda ver y actuar como tú lo hiciste.
Guíame y pide por mí, ante nuestro Señor Jesucristo.
Hacemos un momento de silencio para pedir la gracia
Santa Teresa de Calcuta a ti llego confiado y con la certeza de que el camino de la santidad, parte de la caridad y el amor hacia mi prójimo y que puedo llegar a ser testimonio de vida para los demás.
Amén
PADRE NUESTRO
DIOS TE SALVE
SANTA MARÍA
Día séptimo
Sobre la Cruz
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Lucas 9:23
Reflexión:
Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control y podemos confiar plenamente en él
Tú eres el sol que resplandece del Padre.
Señor Crucificado y Resucitado,
Enséñanos a afrontar los hechos de la vida cotidiana,
Con el fin de que podamos vivir dentro de una mayor plenitud.
Tú acogiste humilde y pacientemente los fracasos de tu vida
Que te llevaron hasta los sufrimientos de tu crucifixión.
Ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada día
Como ocasión para crecer y para asemejarnos más a ti.
Haznos capaces de mirar esas pruebas con valentía y mansedumbre,
Llenos de confianza, porque tú nos sostienes.
Permítenos comprender que no llegaremos a la plenitud de la vida,
Si no morimos sin cesar en nosotros mismos, En nuestros deseos egoístas.
Porque solamente si morimos contigo, podremos resucitar contigo.
Que nada de ahora en adelante, nos haga sufrir o llorar
Hasta el punto de olvidar la alegría de tu Resurrección.
Tú eres el sol que resplandece del Padre.
Tú eres la esperanza de la eterna felicidad.
Tú eres el fuego del amor que incendia nuestros corazones.
Que la alegría de Jesús sea nuestra fuerza,
Que sea entre nosotros lazo de paz, de unidad y de amor.
Amén.
Gozos
“Madre Teresa, a lo largo de toda tu existencia, fuiste una generosa dispensadora de la misericordia divina
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, estuviste dispuesta a servir y acoger a todos sin exclusiones.
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, sembraste esperanza y consuelo en los abatidos
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, fuiste luz y sostén para los enfermos, los descartados y los sufrientes.
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Madre Teresa, luchaste por un mundo mejor, de bondad para todos
Gracias por enséñanos a amar y vivir en paz
Oración final para la humildad y la coherencia de vida
Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olvidada, del temor de ser ofendida, del temor de ser ridiculizada, del temor de ser acusada.
Bien amado Señor, Gran Sanador, me arrodillo ante ti, pues todo don de perfección debe proceder de ti.
Borra de mi corazón el engaño y el espíritu mundano.
Dame unidad de objetivos, fuerza para aliviar una parte de la carga de sufrimiento que soportan mis semejantes, y una realización verdadera del privilegio que me corresponde.
Haz que con la sencilla fe de un niño pueda confiar en ti.
Yo te rezo para que otorgues destreza a mis manos, visión clara a mi mente, generosidad y humildad a mi corazón.
Ayúdame, Señor, a tomarme tiempo para pensar, tomarme tiempo para rezar tomarme tiempo para reír, tomarme tiempo para jugar, tomarme tiempo para amar y ser amado, tomarme tiempo para dar, tomarme tiempo para leer, tomarme tiempo para ser amable, tomarme tiempo para trabajar.
Guíame de la desesperación a la esperanza, del temor a la verdad.
Guíame de la muerte a la vida, de la falsedad a la verdad.
Guíame del odio al amor, de la guerra a la paz.
Haz que nuestros corazones se llenen de paz.
Nuestro mundo, nuestro universo necesita Paz, paz, paz. Amén.