Novena a la Virgen del Carmen
Iniciamos:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Intención
¡Virgen del Carmen presentamos a todas las familias, transportadores, navegantes,
fuerzas armadas, embarazadas, creyentes y congregaciones que se acogen
a tu maternal protección! para que nos acompañes y protejas
Plegaria inicial
¡Virgen del Carmen, ruega por nosotros!
Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.
Oración para todos los días
¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen!
Tu, que miráis con ojos de particular bondad al que tiene puesto tu bendito Escapulario,
mírame benignamente y cúbreme con el manto de tu maternal protección.
Fortalece mi flaqueza con tu poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con tu sabiduría,
aumenta en mí la fe, la esperanza y la caridad.
Adorna mi alma con tales gracias y virtudes,
que sea siempre amado de tu divino Hijo y de ti.
Asísteme en vida, consuélame cuando muera
con tu amable presencia,
y preséntame a la santísima Trinidad
como hijo y siervo devoto tuyo,
para alabarte eternamente
y bendecirte en el Paraíso.
Amén.
Día tercero:
¡Virgen del Carmen, madre de amor y misericordia!
Dios te salve, reina y madre de misericordia, a ti clamamos humildemente, no nos desampares
Oh madre bondadosa defiéndeme en los peligros
¡De los males de la vida, líbranos, Virgen María!
Petición:
¡Oh Bellísima flor del Carmelo, fructífera viña,
resplandor del cielo, Madre singular del hijo de Dios,
¡Virgen siempre Pura! Madre Santísima,
después de habernos traído el hijo de Dios,
permaneces intacta y sin mancha ninguna.
¡Oh Bienaventurada Siempre Virgen,
Asístenos en esta necesidad!
(silencio para hacer la petición)
Ven Estrella del Mar, auxílianos y protégenos.
¡Oh María, sin pecado concebida!,
¡Ruega por nosotros que recurrimos a ti!
Padre nuestro
Dios te salve
Santa María
Gozos:
Virgen del Carmen, admirable intercesora de nuestro desvelo.
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Salve, Reina de los cielos, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Dios te Salve María, templo hermoso del divino Verbo, Virgen y Madre.
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Madre piadosa, mira con tus ojos admirables a tus hijos.
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Socórrenos, escucha las penas y combates con que a ti llegamos.
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Muéstranos las bendiciones de tu Hijo.
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Ruega por el mundo,
Ven Virgen del Carmelo,
Se nuestra protectora y Madre.
Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Oración final para todos los días:
Virgen santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción
se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario,
que todos estén unidos a ti, Madre mía, por los estrechos
y amorosos lazos de esta tu querida Insignia.
¡Oh hermosura del Carmelo!
Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen,
y concédenos benigna tu amorosa protección.
Te encomiendo las necesidades del Papa,
y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación
y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos.
Mira con ojos de compasión a los pobres pecadores
alejados y ciegos, que se olvidan de tu divino Hijo
y a tantos infieles que viven en las tinieblas del paganismo.
Que todos conviertan su corazón y te amen, Madre mía,
como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad.
Amén
Plegaria de protección
Invoca a María (Oración de San Bernardo)
Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas,
Eleva tus ojos a la estrella del mar: ¡Invoca a María!
Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia, de la envidia,
Mira la estrella: ¡Invoca a María!
Si la cólera, la avaricia, la sensualidad de tus sentidos quieren hundir la barca del espíritu,
que tus ojos vayan a la estrella, ¡Invoca a María!
Si ante el recuerdo desconsolador de tus muchos pecados y de la severidad de Dios,
te sientes ir al abismo del desaliento o de la desesperación,
lanza una mirada a la estrella: ¡Invoca a María!
En medio de tus peligros, de tus angustias, de tus dudas,
piensa en María, ¡Invoca a María!
El pensar en ella e invocarla, sean dos cosas que no se aparten nunca ni de tu corazón
Ni de tus labios.
Y para estar más seguro de su protección, no te olvides de imitar sus ejemplos,
siguiéndola no te pierdes en el camino.
Implorándola no te desesperarás pensando en ella no te descarriaras,
Si ella te tiene de la mano, no te puedes hundir, bajo su manto no hay nada que temer,
Bajo su guía, no habrá cansancio y con su favor llegarás felizmente, al puerto de la patria celestial
Amén