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Novena a la Divina Misericordia I cuarto día I Amén Comunicaciones

Novena a la Divina Misericordia

Novena a la Divina Misericordia - dia cuarto - amen comunicaciones

¡Jesús, son impenetrables las maravillas de tu misericordia, no alcanza a sondearlas ni el pecador, ni el justo; miras a todos con compasión, y atraes a todos a tu amor!
Santa Faustina Kowalska

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios, Padre misericordioso,
que has revelado tu amor en tu hijo Jesucristo
y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador,
te encomendamos hoy el destino del mundo y de todos los hombres.

Inclínate hacia nosotros, pecadores;
sana nuestra debilidad;
derrota todo mal; haz que todos los habitantes de la tierra
experimenten tu misericordia,
para que en ti, Dios uno y trino,
encuentren siempre la fuente de la esperanza.

Padre eterno, por la dolorosa pasión y resurrección de tu Hijo,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”
Papa Juan Pablo II

DIA 4

HISTORIA DE LA DEVOCIÓN:

Significado de la Imagen de la Divina Misericordia.
Jesús al hablarle a Sor Faustina sobre la imagen de la Divina Misericordia le expresa:
“Por medio de esta imagen colmare a las almas con muchas gracias. Por eso quiero, que
cada alma tenga acceso a ella”
Los dos rayos significan la Sangre y el Agua.
El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas.
El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas.
Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia cuando mi
Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza.
Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre.

MEDITEMOS LAS PALABRAS DEL PAPA JUAN PABLO II

El llamado de Jesús es que regresemos a ÉL, y confiemos en ÉL.
El mensaje de la Misericordia es para todos los tiempos, para todos los hombres,
El Papa Juan Pablo II, en la canonización de santa Faustina dijo:
“No es un mensaje nuevo, pero se puede considerar un don de iluminación especial que nos ayuda a revivir con intensidad el evangelio de la Pascua, para ofrecerlo como un rayo de luz a los hombres y mujeres de nuestro tiempo”

MENSAJE DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA (DIARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA No. 1)
Oh dulce Jesús, aquí has establecido el trono de tu misericordia para dar alegría y ayudar al pecador.
De tu Corazón abierto, como de un manantial puro, fluye el consuelo para el alma y el corazón contrito.

OREMOS POR LOS QUE NO CREEN EN TI

Padre eterno, mira con bondad a las almas de los que no creen en ti y de los que todavía no te conocen. Atráelos hacia la luz del Evangelio, que es buena noticia.
Permite que estas almas lleguen a tener la paz y esperanza que solo hay en el corazón humano cuando hay unidad contigo.

Hacemos la petición…

«Por Su Dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.» (10 VECES)

ORACIÓN FINAL

De nuevo aquí me tienes Jesús mío, confuso y humillado ante tu altar, sin saber qué decirte ni que hablarte, ansioso solamente de llorar; vengo del mundo, vengo del combate, cansado de sufrir y de luchar.

Traigo el alma llena de tristezas y hambriento el corazón de soledad, de esa soledad dulce, divina, que alegra tu presencia celestial, donde el alma tan solo con mirarte, te dice lo que quiere sin hablar; mis miserias Señor aquí me traen, mírame con ojos de piedad.

Soy el mismo de siempre dueño mío, un abismo infinito de maldad, un triste pecador siempre caído, que llora desolado su orfandad y gime bajo el peso de sus culpas y ansía recobrar su libertad.

Soy un alma sedienta de ventura, un corazón que muere por amar y abrazarse en la llama inextinguible del fuego de tu eterna caridad.

Concédeme Señor que a ti me acerque, permite que tus pies llegue a besar, déjame que los riegue con mi llanto y sacie en ellos mi ardoroso afán

!Oh Dios! qué bien se está aquí mi dueño amado, ante las gradas de tu santo altar, bebiendo de la fuente de agua viva, que brota de tu pecho sin cesar.

Quien pudiera vivir eternamente, en aquella divina soledad, gozando de tu amor y tu hermosura, en un éxtasis dulcísimo de paz.

Amén.

También puedes escuchar la novena haciendo clic aquí