Palabra del día
Medita con las lecturas y la reflexión del Santo Evangelio
Reflexión tomada de www.padrecarlosyepes.com
Lectura del libro de Jeremías 11, 18-20
El Señor me instruyó, y comprendí, me explicó todas sus intrigas. Yo, como manso cordero, era llevado al matadero; desconocía los planes que estaban urdiendo contra mí:
«Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los vivos, que jamás se pronuncie su nombre».
Señor del universo, que juzgas rectamente, que examinas las entrañas y el corazón, deja que yo pueda ver cómo te vengas de ellos, pues a Ti he confiado mi causa.
Palabra de Dios, Te alabamos Señor
Salmo 7, 2-3. 9bc-10. 11-12
Señor, Dios mío, a Ti me acojo.
Señor, Dios mío, a Ti me acojo, líbrame de mis perseguidores y sálvame, que no me atrapen como leones y me desgarren sin remedio. /R.
Señor, Dios mío, a Ti me acojo.
Júzgame, Señor, según mi justicia, según la inocencia que hay en mí. Cese la maldad de los culpables, y apoya Tú al inocente, Tú que sondeas el corazón y las entrañas, Tú, el Dios justo. /R.
Señor, Dios mío, a Ti me acojo.
Mi escudo es Dios, que salva a los rectos de corazón. Dios es un juez justo, Dios amenaza cada día. /R.
Señor, Dios mío, a Ti me acojo.
Del santo Evangelio según San Juan 7, 40-53
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo han traído?».
Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron: «¿También ustedes se han dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en Él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».
Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas». Y se volvieron cada uno a su casa.
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
