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Evangelio de hoy – viernes 8 noviembre 2024

Medita con las lecturas y la reflexión del Santo Evangelio de hoy 8 noviembre 2024

Escucha el Evangelio del día 8 noviembre

Lectura del día de hoy

Flp 3,17-4,1:

Aguardamos un Salvador; Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de un cuerpo glorioso.

Hermanos:

Seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en mí.

Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo:

su paradero es la perdición; su Dios, el vientre, su gloria, sus vergüenzas.

Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros por el contrario somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.

Él transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo.

Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Salmo del día de hoy

Salmo (122) 121,1-2.4-5:

Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestro pies
tus umbrales, Jerusalén.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Evangelio del día de hoy

Lc 16,1-8:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.

Entonces lo llamó y le dijo: -¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.

El administrador se puso a echar sus cálculos:

-¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.

Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero:

-¿Cuánto debes a mi amo? Este respondió:

-Cien barriles de aceite.

El le dijo: -Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe «cincuenta».

Luego dijo a otro: -Y tú, ¿cuánto debes?

El contestó: -Cien fanegas de trigo.

Le dijo:-Aquí está tu recibo: Escribe «ochenta».

Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.