Medita con las lecturas y la reflexión del Santo Evangelio de hoy lunes 9 junio 2025
Escucha el Evangelio del día, lunes 9 junio 2025
Lectura del día de hoy
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 12-14
Se dedicaban a la oración, junto con María, la Madre de Jesús
Después de subir Jesús al Cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Llegados a casa, subieron a la sala, donde se alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de Santiago. Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas María, la Madre de Jesús, y con sus hermanos. V/. «Palabra de Dios». R/. «Te alabamos Señor».
Salmo del día de hoy
Salmo (86) 87 (86), 1-2. 3 y 5. 6-7
R/. Alaben al Señor todas las naciones.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! R/.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido allí». Se dirá de Sión: «Uno por uno, todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado». R/.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Este ha nacido allí». Y cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en Ti». R/.
Evangelio del día de hoy
Lectura del santo Evangelio según San Juan 19, 25-34
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su Madre, la hermana de su Madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: ─«Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: ─«Ahí tienes a tu Madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: ─«Tengo sed». Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el Espíritu. Los Judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedaran los cuerpos en la cruz el sábado ─porque aquel sábado era muy solemne─ rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con Él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.
V/. «Palabra del Señor».
R/. «Gloria a ti Señor Jesús».