Medita con las lecturas y la reflexión del Santo Evangelio de hoy 21 septiembre
Escucha el Evangelio del día 21 septiembre
Lectura del día de hoy
Lectura de la carta a los Hebreos (9,2-3.11-14):
De hecho se construyó un tabernáculo, el primero, donde estaban el candelabro, la mesa y los panes presentados –éste se llama «el santo»–, y detrás de la segunda cortina el tabernáculo llamado «el santísimo». Pero Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Palabra de Dios
Salmo del día de hoy
Salmo 47/ 46,2-3.6-7.8-9
R/. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R/.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.
Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.
Evangelio del día de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,20-21):
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
Palabra del Señor