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Evangelio de hoy – jueves 18 julio 2024

Medita con las lecturas y la reflexión del Santo Evangelio de hoy 18 julio 2024

Escucha el Evangelio del día 18 julio

Lectura del día de hoy

Is 26,7-9.12.16-19:

La senda del justo es recta.

Tú allanas el sendero del justo; en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos, ansiando tu nombre y tu recuerdo.

Mi alma te ansía de noche, mi espíritu en mi interior madruga por ti, porque tus juicios son luz de la tierra, y aprenden justicia los habitantes del orbe.

Señor, tú nos darás la paz, porque todas nuestras empresas nos las realizas tú.

Señor, en el peligro acudimos a ti, cuando apretaba la fuerza de tu escarmiento.

Como la preñada cuando le llega el parto se retuerce y grita angustiada, así éramos en tu presencia, Señor: concebimos, nos retorcimos, dimos a luz… viento; no trajimos salvación al país, no le nacieron habitantes al mundo.

¡Vivirán tus muertos, tus cadáveres se alzarán, despertarán jubilosos los que habitan en el polvo! Porque tu rocío es rocío de luz, y la tierra de las sombras parirá.

Salmo del día de hoy

Salmo 101,13-14ab.15.16-18.19-21:

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.

Tú permaneces para siempre, y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión, que ya es hora y tiempo de misericordia.
Tus siervos aman sus piedras, se compadecen de sus ruinas.

Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión, y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones.

Quede esto escrito para la generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor:
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte.

Evangelio del día de hoy

Mt 11,28-30: Soy manso y humilde de corazón.

En aquel tiempo, exclamó Jesús:

-«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»