La iglesia católica es misionera por naturaleza, su misión es dar testimonio de Cristo, y sus discípulos como bautizados están llamados a alimentar a otros, por medio del anuncio de la palabra de Dios, donde quiera que vayan y donde quiera que estén.
La misión se realiza de manera conjunta y en comunión, no corresponde a un acto individual o aislado. Los misioneros no son enviados para hablar de sus carismas, sino que dan testimonio de lo que han visto y han oído, utilizando así, los distintos dones que han recibido para el bien y servicio de la Iglesia. “La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 264).
El papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2022, nos invita a detenernos en tres momentos claves para la vida y misión de los discípulos:
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“Para que sean mis testigos”
La misión se realiza de manera conjunta, evangelizar en comunidad como lo hacían los primeros discípulos. Una vida en misión es dar testimonio de Cristo, de su vida, muerte y resurrección. Debemos testimoniar a Cristo resucitado en palabras y obras en cada momento de la vida.
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“Hasta los confines de la tierra”
Nos invita a dar testimonio más allá de los lugares que diariamente habitamos, para dar testimonio de Jesús y de su amor a todos los hombres de diferentes pueblos, culturas y condiciones sociales. La iglesia es universal y siempre irá más allá. En este sentido, hay lugares donde hace falta anunciar el testimonio de Cristo, y es allí donde los misioneros deben llegar y anunciar el amor de cristo a la humanidad, incluso en lugares donde ya se conoce el amor de Cristo, pero por las realidades individuales, hacen que pierdan la fe y es necesario llegar con nuevos testimonios que ayuden a recuperar la fe perdida.
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“El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes y recibirán su fuerza”
Al resucitar Cristo, a los discípulos se le encargó ser los testigos de Cristo resucitado. Jesús les prometió la gracia para transmitir el mensaje: “El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes y recibirán su fuerza para que sean mis testigos» (Hch 1,8). De esta forma, el Espíritu Santo fortaleció a los discípulos, dando valentía y sabiduría para dar testimonio.
Por esta razón, todo misionero esta llamado a recibir la fuerza e inspiración del Espíritu Santo, especialmente en momentos donde se sienta cansancio, desanimo, sin rumbo, allí es donde se debe pedir la gracia del Espíritu Santo por medio de la oración, para así ser reconfortados por él. «Recibir el gozo del Espíritu Santo es una gracia. Y es la única fuerza que podemos tener para predicar el Evangelio, para confesar la fe en el Señor» (Mensaje a las Obras Misionales Pontificias). El espíritu Santo es quien da las palabras correctas, en el tiempo justo.
La mejor manera de llegar a Jesús es a través de María, te invitamos a recibir la gracia del Espíritu Santo, rezando el Santo Rosario, a continuación, compartimos el enlace >> Santo Rosario y Misterios del Santo Rosario
En el mes de las misiones, les recordamos a los creyentes que la misión es tarea de todos, y debemos cumplirla con la humildad y la sencillez de sabernos enviados por Dios como obreros a su mies. En la familia, los colegios, en el lugar de trabajo, en la sociedad en general, están sedientos de palabras de esperanza y vida nueva.
