Medita con las lecturas y la reflexión del Santo Evangelio de hoy 30 agosto
Escucha el Evangelio del día 30 agosto
Lectura del día de hoy
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2,9-13:
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
Vosotros sois testigos, y Dios también, de lo leal, recto e irreprochable que fue nuestro proceder con vosotros los creyentes; sabéis perfectamente que tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre con sus hijos, animando con tono suave o enérgico a vivir como se merece Dios, que os ha llamado a su reino y gloria.
También, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.
Palabra de Dios, Te alabamos Señor.
Salmo del día de hoy
Salmo (139) 138,7-8.9-10.11-12ab:
Señor, tú me sondeas y me conoces.
¿A dónde iré lejos de tu aliento, a dónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú;
sí me acuesto en el abismo, allí te encuentro. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí», ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Evangelio del día de hoy
Del santo evangelio según san Mateo 23,27-32
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
–¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes.
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: «Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, ¡no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas! » Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.